La tilapia es hoy en día uno de los peces más comunes en América. Se consigue a un precio asequible, es fácil de limpiar y retirar piel y huesos, y por si fuera poco difícilmente se estropee a altas temperaturas, problema que sucede con otras selecciones de pescados.
Sin embargo, la tilapia que consumimos es producto de la piscifactoría, lo que significa que no podemos encontrar tilapia salvaje en algún supermercado o restaurante. Ciertamente, las tilapias consumen algas y plantas del estanque; sin embargo, en las granjas engordan a los peces con maíz y soja transgénicos y el aceite saludable en estos animales es prácticamente nula. Por eso, te presentamos 6 razones por las que nunca deberías comer tilapia:
Recientes estudios han demostrado que el consumo de tilapia puede causar inflamación en las arterias, lo que desemboca en problemas más delicados como la artritis, asma bronquial, enfermedades del corazón y otras enfermedades aún más graves.
Las personas que consumen tilapia en busca de su componente omega-3 aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y consecuentemente, ataques del corazón. De hecho, los investigadores han descubierto que los riesgos de inflamación por su consumo son muy superiores a la de una hamburguesa o tocino de cerdo.
Los peces de piscifactorías, o cultivados, poseen un riesgo de causar cáncer de hasta 10 veces más por contaminantes orgánicos que los peces obtenidos en su hábitat salvaje; esto puede atribuirse principalmente a los alimentos que se utilizan en los criaderos de peces.
Evidentemente, las heces de las aves de corral forman parte de este coctel alimenticio que luego es servido en nuestros platos.
Y al decir bajo nivel nutritivo, nos referimos al ácido graso omega-3 y en contrapartida al omega-6.
Las investigaciones han arrojado que los peces cultivados poseen un bajo nivel de ácidos omega-3, cotejando con los peces silvestres, haciendo que dichos ácidos grasos sean poco útiles para nuestro organismo.
Contrastando este hecho, los peces cultivados en granjas presentan una mayor concentración de ácidos grasos omega-6 ya que tienden a ser más grasos. El omega-6 es un nutriente menos saludable para nuestro cuerpo, que consumiéndolo en exceso pueden causar inflamación en las arterias y luego derivar en artritis o peor, en enfermedades cardiovasculares.
Igualmente, los investigadores han descubierto una alta presencia de antibióticos y otros químicos en la carne de la tilapia, que son utilizados por los criadores a fin de prevenir enfermedades en los peces, producto de la aglomeración propia de un estanque y reducir la tasa de mortandad.
Además de los antibióticos, los piscicultores crían a los peces en aguas tratadas con productos químicos como pesticidas, para lidiar con los parásitos presentes en el agua.
Para comprobar la peligrosidad de estos químicos, los investigadores expusieron a un salmón salvaje a estos pesticidas constatando su pronto deceso. Como si esto no fuera poco, esta fatalidad es trasladada de los estanques a los causes hídricos y el mar cuando las piletas son limpiadas, afectando gravemente el ecosistema de otras especies que viven en su estado salvaje.
El óxido de dibutilestaño es un producto químico utilizado en la elaboración del plástico de PVC que es muy utilizado en zonas rurales y granjas piscícolas.
Por otra parte, se detectó que los niveles de dioxinas en las granjas son 11 veces más altos que en el hábitat silvestre de otros peces. A esta peligrosa sustancia tóxica se le atribuye la formación de células cancerígenas, además de otras graves complicaciones en nuestro sistema inmune. La dioxina puede permanecer en nuestro cuerpo durante 7 a 11 años, lo que lo convierte en un verdadero problema para nuestra salud.
Ahora, lo más importante antes de consumir alimentos es cerciorarnos de su procedencia y estado, ya que ni todos los animales son criados igual, ni todos los animales son beneficiosos para nuestra salud.
Fuentes: Healthyfoodteam.com / viviendosalud.com / naturalhealth-healing.blogspot.com